El auge de la inteligencia artificial (IA) está remodelando el panorama de la automatización. Si bien los controladores lógicos programables (PLC) tradicionales se destacaron en tareas repetitivas, la IA aporta nuevas capacidades que van mucho más allá de la simple automatización. Esta revolución no sólo está en el horizonte; ya está transformando los procesos de fabricación.
Los dispositivos de automatización tradicionales se centran principalmente en tareas repetitivas, aliviando el trabajo manual. Sin embargo, la automatización con IA aborda tareas complejas y no repetitivas, como pulir, cortar y desbarbar. Los robots de aprendizaje pueden adaptar y volver a aprender procesos, eliminando la necesidad de una programación extensa. La integración de la IA permite a los fabricantes navegar por las complejidades de los entornos de producción modernos sin dejar de ser competitivos.